Bienvenidos a mi Blog.

Bienvenidos a mi Blog.

domingo, 15 de mayo de 2016

GLAUCOMA MUCHO CUIDADO CON ESTA ENFERMEDAD.



EL GLAUCOMA.
Es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina. Sin el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera.



Si se tiene la  presión del ojo alta, ¿significa que tengo glaucoma?

No necesariamente. La presión elevada dentro del ojo significa que tiene el riesgo de desarrollar glaucoma pero no significa que tenga la enfermedad. Una persona solamente tiene glaucoma si tiene daño en el nervio óptico. Si se tiene  la presión elevada del ojo, pero no tiene daño en el nervio óptico, usted no tiene glaucoma. Sin embargo, usted corre el riesgo de desarrollarla. Asegúrese de seguir los consejos de su oculista.




¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los factores de riesgo conocidos de Glaucoma son:

Edad avanzada
Antecedentes en la familia de glaucoma (entre el 20 y el 30% de los glaucomatosos presentan, al menos, un familiar afecto)
Presión intraocular elevada
Grosor corneal  fino
Las personas de raza negra o asiática.
Personas que padecen otras enfermedades oculares, como la miopía, en especial cuando se tienen cinco o más dioptrías.
Pacientes medicados con corticoides.
Enfermos con diabetes o hipertensión arterial.




Sintomas 

Al principio, el incremento de la presión ocular no produce ningún síntoma. Las manifestaciones posteriores pueden incluir una disminución del campo visual periférico, ligeros dolores de cabeza y sutiles trastornos visuales, como ver halos alrededor de la luz eléctrica o tener dificultad para adaptarse a la oscuridad. Finalmente, la persona puede acabar presentando visión en túnel (un estrechamiento extremo del campo visual que dificulta ver objetos a ambos lados cuando se mira al frente).




Diagnostico.

Existen tres aspectos claves para sospechar el diagnóstico de glaucoma:
La elevación de la presión intraocular por encima de 21 mmHg.
La presencia de una papila excavada.
Campo visual disminuido.


Cualquiera de estas tres circunstancias hacen probable el diagnóstico, especialmente si existen antecedentes familiares de la enfermedad y la edad es superior a los cuarenta años.

Una vez sospechado el diagnóstico, se pueden realizar otros estudios, como una exploración oftalmológica completa para comprobar la agudeza visual y observar todas las estructuras del ojo, tanto del polo anterior como del posterior y una campimetría o valoración del campo visual, para buscar la existencia de zonas ciegas o escotomas.



Tratamientos

Dependiendo del tipo de glaucoma, se aplican distintos tratamientos.
El glaucoma primario de ángulo abierto (el 90 por ciento de los casos) suele aparecer entre los mayores de 55 años, los diabéticos o los miopes. El tratamiento del glaucoma primario puede controlarse con medicación tópica o bien con cirugía de láser o una implantación valvular, que facilite el drenaje.

El glaucoma de ángulo cerrado (agudo) es menos frecuente y puede manifestarse con dolor ocular, cefaleas, visión borrosa, náuseas y vómitos. El tratamiento definitivo consiste en la utilización de láser, aunque si es crónico también requerirá la administración de fármacos tópicos.

Generalmente, los colirios suelen contener algunos de estos fármacos combinados.

Los tratamientos quirúrgicos existen en tres modalidades:

Cirugía láser:
Presenta a su vez diferentes tipos indicados para cada variedad de glaucoma.
La trabeculoplastia se usa para los glaucomas abiertos, mientras que la iridotomia de láser periférico o la citocoagulación de láser YAG se usan para el glaucoma cerrado.


Cirugía filtrante: 
Consiste en generar una nueva vía de drenaje para disminuir la presión intraocular.


Drenajes: 
Se inserta una válvula para que el flujo pueda discurrir.




Prevención

Como el glaucoma puede pasar desapercibido durante sus primeros estadios, someterse a revisiones periódicas con la medición de la presión intraocular es la forma más eficaz de detectarlo y frenar su avance. La revisión habitual está especialmente recomendada a partir de los 45 años, edad desde la que la enfermedad tiene una mayor incidencia.

En esta ocasión he tratado de solventar dudas con esta terrible enfermedad que nos puede dejar sin visión, muchas veces los especialistas utilizamos palabra muy técnicas y nos da pena preguntar es por eso que trato de usar esas mismas palabra pero con una breve explicación. Me despido de ustedes quedando a sus ordenes por cualquier duda.
Su Optometrista Cinthya Armijo de Lopez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario