La formación del optometrista en los
últimos 60 años ha cambiado sustancialmente,
su actividad también; por tanto, los roles y relaciones ejercidos han cambiado paulatina pero
inexorablemente, buscar dar marcha atrás y querer trasladar las relaciones óptico-optométricas
con las oftalmológicas a los años 50, como algunos pretenden, no hace más que distanciar a dos
profesiones sanitarias independientes llamadas
a compartir, cada uno en sus competencias, la
salud ocular y visual de la sociedad española, una
en el ámbito de la atención primaria y la otra como
profesionales del nivel de atención secundario.
Nosotros, los optometristas, no queremos
sustituir o emular a nadie; a día de hoy solo queremos
ejercer legalmente, como una más de las profesiones
sanitarias. No deseamos enfrentamientos banales en redes sociales, que lo único que producen es enervar a
ciertos grupos de ambos
colectivos, alejándonos del diálogo, la
conveniente colaboración y el
entendimiento.
Nuestro ejercicio como
ópticos-optometristas,
ejercido en
estableci -
mientos sanitarios de
óptica, no representa ninguna amenaza,
como algunos gustan decir, a la oftalmología; al contrario, la
función de establecer una
sospecha diagnóstica repercute en un aumento de la “productividad” de los oftalmólogos y no es posible que esa detección precoz
pueda ser ejercida por la oftalmología en sus, ya
de por sí, colapsadas consultas, departamentos y
servicios, a pesar de sus esfuerzos por evitarla.
Racionalicemos el entendimiento entre oftalmólogos y ópticos-optometristas, del que solo
obtendremos beneficio ambos colectivos y con
un valor añadido los primeros, al disfrutar de la
labor de cribaje a los usuarios de establecimientos sanitarios de óptica, en la detección precoz
de glaucoma, DMAE, retinopatías diabéticas…
que, de otra forma, tardarían hasta años en significarse y acudir al especialista.
Es lamentable
que todavía quede quien ponga en duda esta
realidad de la salud pública, sin olvidar además
que el óptico-optometrista es un profesional sanitario, que por ley debe participar activamente
en proyectos que puedan beneficiar la salud.
No podemos dejar de proclamar que el uso en
los establecimientos sanitarios de óptica de
pruebas no invasivas como oftalmoscopios, tonómetros, OCT, retinógrafos, campímetros,
etcétera, son absolutamente legales.
“Negar la aplicación de estas técnicas a los
ópticos-optometristas bajo el argumento de que se trata de diagnóstico médico es negar los
fundamentos mismos de
la atención primaria y
la importancia de la
prevención y de la promoción de la salud”.
Por todo lo anterior, esperamos que
cesen por parte de asociaciones radicales, manifestaciones y falsedades sin
base y rigor alguno, que no son norma
ni costumbre en instituciones como los
consejos generales de colegios, los mismos colegios e incluso en las sociedades
científicas.
Apoyamos firmemente el diálogo formal, la
búsqueda de acuerdos de colaboración equilibrados y objetivos, anhelando conseguir un confortable desarrollo profesional para todos, tanto profesionales como pacientes.
Juan Carlos
Martínez Moral
Presidente
DEL Consejo
General
de Colegios
de Ópticos
Optometristas
Fuente: Revista Gaceta Octubre 2019 editorial.
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